1 +1 = 3…no es quizás el nombre que nos viene a la cabeza a la hora de bautizar unas bodegas. Pero nosotros no somos los que las hemos creado. Y quien lo ha hecho, seguramente tiene muchos motivos para haber escogido esa marca. En cualquier caso, lo importante de una bodega (Celler en Catalunya) es aquello que podremos encontrar en su interior, en el sitio más tranquilo, más oscuro y más ideal…aquel que alberga. Botella a botella, lo mejor de cada grano de uva.
En la familia de 1+1=3 disponen de la madurez y la sabiduría propia de quienes tienen una dilatada experiencia en el sector. Esa experiencia les ha llevado a desarrollar una filosofía que empieza a pie de viña, se concentra en la bodega y acaba, finalmente , en las manos y la boca del consumidor.
En la viña se ha intentado volver a los orígenes de sus antepasados , con el retorno a la interpretación de la agricultura de cultivo ecológico, a la vez que se intenta transmitir el respeto al entorno a las nuevas generaciones de la marca.
A su vez, una cosa no quita la otra, en la bodega se han incorporado las últimas tecnologías en beneficio de sus vinos y cavas, intentando a la vez visualizar e interpretar las nuevas y diferentes tendencias de los mercados.
Como resultado a todo este tiempo de esfuerzo, dedicación y coherencia se intenta conseguir que la percepción de la imagen de todos los productos sea más atractiva, con marcada personalidad, modernos y agradables, y poco a poco, sin prisa, cada vez más conocidos en todo el mundo.
1 +1 = 3 es la fuerza de un simbolismo, indica la suma de sinergias, la unión de dos familias del mundo del vino, que lleva a sumar más que dos. Por ese simbolismo, siguen trabajando con toda la ilusión, como el primer día.
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