Una de las leyes invariables instauradas de una forma divina desde tiempos inmemoriales, es que los años pasan inexorablemente y nosotros estamos aquí, circunstancialmente, para cumplirlos.
Y a medida que crecemos, nos vamos dando cuenta del valor que tienen nuestros orígenes más ancestrales. Y en algunos casos especiales, hay personas que dedican gran parte de su vida a recuperar, mantener y hacer evolucionar esos orígenes.
Y en el mundo relacionado directamente con el vino y la tierra, solemos encontrar a más de uno de estos personajes.
Hoy vamos a hablar de una propiedad con orígenes lejanos. La finca, bautizada como “Finca Parellada” por Pablo Parellada de Naveran en el siglo XIX fue retomada en los años 80 del siglo XX por la tercera generación familiar, Michel Guillieron Parellada de Naverán.
Michel tuvo muy clara cual sería la filosofía que quería imprimir a la marca: controlar las aproximadamente 100 hectáreas de cultivo para la producción de vino y cava de la forma más directa y natural posible…utilizar métodos de cultivo estrictamente ecológico, fertilizantes orgánicos, cero herbicidas y pesticidas y vigilar las calidades de la uva de una forma cercana y casi absoluta.
Pensó, y con acierto, que controlar directamente el cultivo, crecimiento, vendimia y elaboración de vinos y cavas de las viñas de su propiedad le asegurarían sin duda, una calidad contrastada.
En la actualidad, la producción en sus 32 viñedos 100% propios, buscan la calidad ecológica y ahora también vegana.
Se cultivan las variedades más usuales en la zona, es decir la uva Parellada, la Xarel-lo y Macabeo, así como las blancas Viognier y Chardonnay , junto con las tintas Syrah, Cabernet Sauvignon y Pinot Noir.
De ahí, y después de tratar a la uva con delicadeza pasan a descansar en sus cavas, de donde saldrán convertidos en blancos como son Manuela de Naveran o Clos Antonia, rosados, como el Flor de Pinot, tintos como el Don Pablo o Clos dels Angels y cavas como El Perles Blanques, Perles Roses, Brut Nature, Nature Vintage, Brut Vintage Rose, Odisea, Perles d’Or…
Si tenemos interés en el asunto, podemos visitar sus instalaciones, disfrutar de catas y degustaciones. Además, si pasáis a formar parte del Club Naveran, podréis disfrutar de exclusivas ofertas a lo largo del año. Realmente, un micro-cosmos en la zona vitivinícola del Penedès.
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