Quizás ya quedan pocas cosas directamente relacionadas con los años 60 del siglo pasado que se mantengan con dignidad. En cualquier caso, las que se mantienen en funcionamiento, deben disfrutar de toda nuestra confianza y obligatoriamente estan abocadas a formar parte de nuestra vida, de nuestra historia, de nuestro día a día. En Sitges, Los Vikingos es un ejemplo de ello.
En la actualidad, la familia Alemány – Chulia, gestiona un local de los más concurridos y sorprendentes de la población. Tanto por su capacidad y sus diferentes comedores, como por la gran variedad de oferta gastronómica que nos proponen desde su fantástica cocina. Pioneros desde el inicio de los tiempos gastronómicos en el pais, siguen hoy en día consiguiendo mejorar todo lo que nos ofrecen en cualquiera de sus comedores. Lo que está claro es que no hay temporada en que Los Vikingos no nos sorprendan con novedades, nuevos platos y propuestas ajustadas a los tiempos que nos han tocado vivir .. En la cocina, un equipo muy profesional, (la cocina es inmensa, espectacular y bien estructurada) se encarga de prepararnos todo aquello que nos pueda gustar. Opciones como una Fideuada de fideo fino, paellas diversas, arroz caldoso de bogavante, pescados variados como el rodaballo al horno, la dorada o el bacalao a la brasa, el lomo de merluza o, si hablamos de las carnes, un asado de tira al estilo argentino, unas costillitas de cordero, un entrecot de ternera con D.O. Girona , y ya, si nos lanzamos, vamonos con una hamburguesa de buey de 225gr. , un T-Bone (mitad entrecot, mitad filete, separado por un hueso) a la brasa con el mismo origen Gerundense, o un BBQ Ribs autentico y dificil de mejorar. No olvidemos las pizzas caseras, y digo caseras con todo lo que de verdad conlleva esta palabra. Más de una veintena de referencias os aseguran que encontrareis aquella que más os apetece en ese momento. con un toque, como es natural, muy «vikingo». Os recomendamos también los montaditos, los pinchos, las cazuelitas… ¡Ah! y en días de fútbol del bueno, se reúne un grupo de personas que, entre cañita y bocadillo, pizza y penal, costillar barbacoa y fuera de juego, crean un ambiente único… En definitiva, un local suficientemente amplio y variado por a todas las edades, para toda la familia y para todos los momentos de ocio y gastronomía. En invierno está cerrado, pero abren con la primavera, por tanto, la mayoria de los meses del año esta «on fire». Un lugar centrico y con un montón de posibilidades gastronómicas. Un establecimiento sorprendente que no me cansaré de recomedar.
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