Hoy puede ser un buen día para hablar de historia.
Porque tener una historia de casi mil años, es tener mucha historia. El establecimiento, un Hotel Rural donde dormir y comer, se llama Mas el Mir. Está situado a unos cinco kilómetros de Ripoll, capital de la comarca del Ripollès, en la provincia de Girona. Perdido en mitad de las montañas, solo podemos respirar aire puramente rural y escuchar el mejor de los silencios.
Francamente, solo bajar del coche y traspasar la puerta de la finca, nos sentimos invadidos por una sensación única. Hemos acertado. Una gran era, con una piscina al fondo a la derecha y unas vistas preciosas al valle nos cambian la visión del mundo.
Podremos descansar en una de sus únicas cinco habitaciones, a cual de ellas más rústica.
Desayunaremos cada mañana con productos de proximidad y sabor auténtico. Previo encargo, también podemos comer o cenar en la finca, con platos muy especiales cocinados in situ.
Paseos por los bosques cercanos, cascadas de agua y visitas a poblaciones como Espinavell, La Roca de Pelancà, Beget , Campdevanol, Oris, Sant Joan de les Abadesses, Castellar de n’Hug o Camprodón entre otras, todas ellas con aires medievales y muy buena gastronomía, completarán absolutamente nuestros deseos de desconexión. Un lugar muy recomendado, eso si, si somos personas a las que no molesta la forma de vida rural…
Es decir, nos podremos encontrar con algún que otro gato por las instalaciones, que camina o descansa a su libre albedrío, un simpático perrete que vuela más que corre y un montón de estancias para disfrutar siempre con ese sentido rústico que antes os he comentado.
Abstenerse pues, tiquis-miquis y urbanitas acérrimos, pues ese lugar no va a ser para vosotros. Y lo que os perderéis.
Solo podemos deciros que en cada una de sus habitaciones, en cada uno de sus rincones, percibiréis esa energía tranquila que transmiten las cosas con historia. Increíble lugar para desconectar.
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