Cada pueblo, cada ciudad esconde entre sus calles restaurantes que llevan años y años en funcionamiento, años y años dando de comer, y bien, a todos aquellos que han pasado por sus mesas.
Hoy hablamos de uno de ellos. Jose Maria Sanchez Romero, Chema para los amigos, lleva toda la vida en el duro negocio de la gastronomía. Lo suyo es dejar al punto de cocción doradas de ración, tallarinas de la lonja, mejillones a la plancha, paellas gustosas y vistosas, platos de marisco en su justo punto…
Sin olvidar uno de los clásicos de la casa…deliciosos platos de jamón no del bueno, sino del super-bueno, además de embutidos con D.O., guisos recomendados o platillos de la abuela…
Cada núcleo habitado de este mundo en que nos ha tocado vivir tiene sus lugares «ideales» a la hora de ir a mover los carrillos. Por desgracia, cuando viajamos, no podemos conocerlos todos, y muchas veces, al visitarlos, sea por la premura, por el desconocimiento o por la comodidad, nos los perdemos.
Cuantas veces hemos preguntado a alguna persona con la que nos hemos cruzado por la mejor taberna, casa de comidas, “fonda” o tasca típicas del lugar? Seguramente nos lo indicaría con mucho gusto. Y no lo hacemos muy a menudo. Hoy nos movemos por las redes, como si fuéramos peces, y lo que dice la internet va a misa. Es muy probable que, hasta en las zonas más turísticas y “machacadas” encontremos lugares con un ambiente fantástico donde tapear o comer al estilo local, en un ambiente puramente “de pueblo”.
Y eso, amigos, hay que preguntarlo.Y mira por dónde, que casualidad, si es que las casualidades existen, en Sitges, y aunque parezca mentira, yo pregunte…y encontré uno de ellos, en una fría noche de invierno…Pecadito.
Un pequeño restaurante abarrotado en verano, (como debe ser) y muy de pueblo en invierno, (como también debe ser). He de reconocer que a mí, no me gusta demasiado el bullicio veraniego, y el follón en grado absoluto me incomoda, prefiero prescindir de la temporada alta, lo encuentro más relajante en primavera u otoño, pero en cualquier caso…Pecadito. …
En Pecadito. como habreis deducido por mis comentarios de hace unos parrafos, trabajan básicamente la plancha, y no precisamente la de dejar las camisas como nuevas.. Una plancha ideal en la que la persona adecuada en el timón, Chema o su equipo de confianza, nos asegura tapas deliciosas, pescados en su justa cocción y carnes al punto (el de cada uno, que eso es otro cantar). También, y de una forma continua y en rotación diaria o semanal, , podemos probar algunos guisos de los de toda la vida, pero sin abusar.
No olvidemos pues el pescaito frito, los pulpitos con ajo y perejil, , las impresionantes gambas, sardinas, cañaillas (caracoles marinos de pinchos), almejas, pimientos de padrón, y ojito a las patatas bravas…
Cigalas flambeadas, langostas y bogavantes (nos ofrecen un par de platos combinados con estos crustáceos que os he comentado hace un momento que están muy logrados en cuanto a variedad y precio) y también algunas otras delicadezas, como los percebes, que se pueden encontrar en la nevera climatizada de este establecimiento de una forma habitual son también buenas recomendaciones.
En el apartado embutidos, ya os hemos comentado… ibéricos de los originales, y jamoncito del bueno. . Dispone de una terraza muy pequeña y coquetona, (solo tres mesas), pero en el centro de todo lo que se cuece en la villa, con lo que no hace falta que os diga, que esas sillas, son lo más buscado del lugar.
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