Stirling, Stirling, Stirling … gran pizzería y mejor restaurante. Está claro que en este establecimiento podemos elegir entre un buen número de pizzas, por eso es una pizzeria, en la que el secreto no está en la masa, si no en David y su equipo, que son quienes las elaboran y buenísimas, y ya esta dicho, siempre, claro está, desde mi punto de vista, recordad este matiz, que uno no es critico de nada, y menos de lo gastronómico, sino más bien aprendiz de todo, que de esto se aprende día a día. si hablamos de Vilanova i la Geltru y cercanías, incluyo esta pizzería entre las que puedo contar con los dedos de una mano como TOP FIVE, ya sabéis…los anglicismos siempre dan un poco más de empaque al asunto.
Pero es que en Stirling hay mucho más. Porque no es solo una pizzería, e voilà !…Al mediodía menos los de los martes y sábados, en que toca descansar, lo que manda es el menú. Cada día diferente, hay que ser original y no cansar a la parroquia habitual además de sorprender a los nuevos. El tamaño del restaurante-pizzería Stirling es el ideal para personas que quieran encontrarse a gusto, en petit comité, sin algaradas… El trato es amable por parte de todo el equipo, gente como se suele decir en argot modernito “enrollada”. Toñi, copropietaria del invento, pone su granito de arena en forma de experiencia, y eso, no nos engañemos, ayuda, y mucho. David y su seriedad se concentran en cocina de una forma profesional. Es bueno dejarnos aconsejar … ellos son los que nos sugerirán lo más bueno que nos han preparado en la jornada… pasta fresca rellena, carpaccios, ensaladas con sello propio, carne y pescado del día con un buen puñado de acompañamientos y salsas, y un postre y helados caseros de coña. Mención especial a los bacalaos, cuando toca, y que son mi debilidad. Indispensable, si sois pizzeros, probar entre la amplia variedad que nos ofrecen. Mejor reservar, a pesar de que los tiempos se han relajado, no es necesario arriesgarse a quedarnos sin mesa. Esta en el centro de la población, con lo cual podemos aprovechar para dar un paseito antes o despues de comer o cenar. Fantástica relación calidad precio.
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