Santolea Restaurant

Y aquí nos toca algo especial. No nos gusta aplicar esta palabra demasiado a menudo, pero en este caso es así. Básicamente y empezando por el principio, no es este un lugar para visitar cada dos por tres. Principalmente porque solo podremos degustar sus propuestas de noche, y más concretamente las de los viernes, sábados, y fiestas de guardar. Ya de entrada nos condicionan sus horarios, pero bien vale hacer una espera, después sabremos apreciarlo en todo su esplendor. Para que no nos aburramos, y por si queremos repetir, cambian las propuestas cada semana, faltaría más. Y os proponemos una de ellas, que posiblemente no sea la que vosotros encontréis si os decidís finalmente, pero si os puede servir para haceros una idea. Coca de pera con queso de cabra y miel, contraste espectacular de lo sencillo, o la de foie fresco, manzana y cebollita dulce…caracoles de mar, de los de pinchos, con vinagreta de verduritas, carpaccio de ternera, higos, y Torta del Casar…contrastes sublimes…y si os gusta el rape, el guisado con patatas del bufet (patata que se ha puesto últimamente “de moda”, de aspecto abultado, piel fina, cuerpo blanco, aunque también las hay de moradas, menos habituales, y que le dan un cierto “prestigio” al plato que acompañan) y gazpachuelo malagueño, o paletilla de cordero confitada con rossinyols (seta)…buenos dulces y una bodega pequeñita pero digna, nos hacen intuir que la velada no va a tener problemas. Muy recomendado reservar, por la “particularidad” que hemos comentado anteriormente. Quien visita este establecimiento suele hacerse “fan” del mismo y acostumbra a repetir con cierta frecuencia, por algo será. Y si no, que le pregunten a unos amiguetes nuestros Carlos y Adelina, que lo tienen apuntado en su agenda “especial”. Avisados estáis compañeros…