Hoy nos toca movernos por la provincia de Tarragona.
Concretamente hoy viajamos a la Playa de Calafell (no confundir con Segur de Calafell ni con Calafell), circunstancias que a menudo pueden producirse si nos dejamos guiar por esas infernales máquinas denominadas global positioning system , comunmente GPS.
El restaurante que nos ocupa esta situado en un corner de la calle Vilamar con Angel Guimera, paralela al conocido Paseo Maritimo de la Avenida Sant Joan de Deu. En el centro de la cosa, vamos.
Es un restaurante básicamente de menú, eso sí, con una amplisima cantidad y variedad de platos, cosa bastante sorprendente hoy en dia. Y eso tiene sus ventajas y sus inconvenientes.
Los precios del menu básico, que ronda los 11-12€ están más que bien, teniendo en cuenta la variedad de oferta que nos proponen. Y ahi es cuando el riesgo puede aparecer, puesto que alguno de los platos «flaquea» ostensiblemente, pero en general, más que aprobado.
Cocina bastante casera y con sabores de los de toda la vida, salvo, claro está, en algún caso concreto como os hemos comentado anteriormente. Imaginad que podeis llegar casi a la cincuentena de opciones entre primeros y segundos. Cocina tradicional, guisos, plancha, brasa, cazuelitas…
Menu especial que ronda los 18€ y que también está muy pero que muy bien, básicamente con más cantidad de producto y una pequeña variación en las presentaciones.
Defectos? Bueno, pues la decoración está anclada en los 70 del siglo pasado, (o al menos eso es lo que nos recuerda). Las mesas están demasiado juntas y si pillas el local muy lleno (cosa que sucede a menudo) mejor busca otra opción porque la espera se puede hacer eterna.
Publico variado, bastantes seniors, (por este precio de menú a ver quien es el empanado que va a comprar, guisa en su casa, ensucia cacharros y no alterna), y eso si, los «extras» (aguas, cañas, caprichos) pueden encarecer un pelin el menú, ya que al ser económico, se nota más…un ejemplo fácil… una caña y un agua pequeña extra valen ya más de un tercio del precio del menú…pues eso.
El trato es correcto, justo, en algunas ocasiones un pelín seco, pero entiendo que el estres de un servicio a tope, con gente esperando, mesas juntas etc., altera también el ritmo del personal, pero podemos validarlo.
En definitiva, la relación calidad-precio esta más que conseguida y, por un precio de menú como éste, dificilmente encontraremos nada igual ni en Calafell, ni a cinco, ni a quince kilometros.
Sin pretensiones, pero en cada pueblo deberíamos encontrar un establecimiento de este tipo, porque no cada dia iremos de carta ni de menú de 25€ . A tener en cuenta.
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