Cuando se habla de un establecimiento reconocido y respetado prácticamente en todo el mundo, está claro que no nos vamos a perder en la ridiculez de “colocarle” un número de orden, si está el once, el diecinueve o el veintitresavo del ranking. Eso ya está más que superado para un local que va más allá de su nombre. DRY MARTINI. Curioso es que, una persona que no es, inicialmente, el “inventor” primero de la cosa, llegue a darle tal empaque que pase a ser admirado por los que saben de estas cosas (y por muchos que saben poco pero que sucumben ante la evidencia). Creo yo viendo a Javier de las Muelas que es un tímido imperfecto. Su debilidad (si la tiene, que esto solo es mi impresión) queda eclipsada cuando habla de lo que le gusta, se mueve en su territorio o imparte magistrales clases de vida. Porque amigos, no nos equivoquemos. Un trago, corto o largo, bien empaquetado y presentado, no es solo eso. Y el que no entienda este concepto estará perdido para siempre entre infames sorbos de productos insípidos servidos en envases sin clase ni glamour de ningún tipo. Y ahí radica el secreto de De Las Muelas. El secreto mejor guardado que no debería serlo. El entender que alrededor de un buen trago suele surgir la mejor de las conversaciones, el más grande de los amores, la más estrecha de las amistades. Ahí queda eso. Porque bien mirado…que se nos ocurre, o mejor, que se nos ocurria a la hora de intentar “ligar” con la chica que más nos gustaba? La frase “puedo invitarte a una copa?” era la clave ideal que abría muchas puertas. En ese momento, un buen local, un buen servicio, una buena copa, podían ser el principio de más de una historia…algunas, puede que aún funcionen hoy día. Esto parece estar perdiéndose, quizá por eso las relaciones en la actualidad duran nada…es normal, empiezan con un botellón y, amigos, entre eso y una copa con glamour, en un local con glamour, hay un mundo….asi nos va.
La trayectoria de Don Javieras, viene de lejos. Invento Gimlet en los 80 y consolido con DRY MARTINI en los 90 una manera muy particular y profesional de ver el mundo en su apartado de ocio. Y eso es lo que quiere decirnos en cada una de sus copas, de sus conferencias, de sus viajes, de sus nuevas presentaciones, también en sus locales de Madrid y San Sebastián. Siempre en busca de un “pasito” adelante, de un nuevo coctel, de una combinación que pueda sorprendernos un poquito más si cabe. De momento, y por si fuera poco, en DRY MARTINI Barcelona ya han sobrepasado con creces el millón (1.000.000) de combinados servidos con ese nombre . Un millón de momentos únicos e irrepetibles. Visitad sus locales si la distancia y el tiempo os lo permiten, o buscad a este personaje en internet, es una de aquellas personas en las que vale la pena mirarse como si de un espejo se tratara. Leed sus comentarios, aprended de su filosofía de vida, aprended incluso al escuchar el sonido del buen hielo al golpear suavemente en el cristal de una de las copas con las que os servirán en DRY MARTINI. Siempre sacaremos algo positivo, De verdad. Dry Martini y Javier De Las Muelas…filosofía de vida. Un dueto difícil de superar.
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