Podemos encontrarnos con un menú al uso, y digo al uso en cuanto a que los platos entre los que podemos elegir están los más habituales de nuestras tierras, en ningún caso por las calidades y sabores de las recetas, que superan la media de muchos de los tristes establecimientos de menú que hemos visitado últimamente. Unas sencillas salchichas del país con unas buenas «mongetes» (judías blancas) nos pueden indicar, a pesar de la simpleza del plato, por donde van los tiros. Y en esos tiempos que corren, en el que la moda, por diferentes motivos, nos lleva a buscar raciones más pequeñas y platos para compartir, optar por un pica pica de tapas tampoco es mala idea. Las ensaladas, más que dignas, los platos guisados de carne y pescado bien buenos, la brasería a la altura que se merecen las carnes y pescados de la zona, el servicio simpático sin excesos y en conjunto, un establecimiento más que recomendable. Ah!, y si una noche queréis ir a cenar sencillo, aunque sean unos bocatas o unas hamburguesas, hacedlo, hacedlo…y después lo comentáis. La hamburguesa es de fábula, de aquellas que necesitan pocos argumentos. Sera que su propietario y cocinero, don Carmelo, guarda un secretillo mágico en algún lugar, porque si fuera tan sencillo dar bien de comer todo el mundo lo haría y, francamente, os puedo manifestar, y seguramente muchos de vosotros lo compartiréis, hay más de un establecimiento que produce vergüenza ajena. Resumiendo, un establecimiento más que recomendable, en una población bien comunicada automovilísticamente hablando, cerquita de Barcelona y a un tiro de piedra de la playa de Sitges. Apuntando en la agenda!
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