Es esta una zona de clima cambiante , en la que , sobre todo en primavera y otoño podemos pasar perfectamente de un día de sol a 26 grados a uno de borrasca absoluta, viento de mar y temperatura gélida, podemos afirmar que ya casi nada es como antes era.
Aprovechemos pues, lo que se nos da, porque no, e inventemos un fin de semana ideal, tranquilo, cerquita de amplias playas para pasear mientras dejamos la mente en blanco, y de aguas transparentes, que nos harán sentir que nuestros deditos de los pies tienen vida propia. Después de ese paseo, toca reponer energías, claro está, con buenos alimentos.
Y hablando de buenos alimentos… estos se pueden encontrar, con toda seguridad, en Restaurant Xaloquell, Un establecimiento con mucho que ofrecernos, prácticamente en primera línea de playa, y con unos salones en los que, con mucha probabilidad encontraremos el rinconcito que más nos guste.
El verano y su temporada quizás son la mejor época del año para visitarlo, pero no nos equivoquemos! TODO el año, el resto de nuestro tiempo, Xaloquell sigue esperando nuestra visita.
Lo más práctico es consultar horarios a partir de su web, sobretodo fuera de la temporada alta y de este modo, sabremos a qué atenernos. En tiempo de calçots,(cebollino asado que en la zona se consume acompañado de una salsa deliciosa, y que mueve a las masas) os recomendamos una buena calçotada.
También podemos recomendaros otro plato super-tipico de la zona, bautizado con el nombre de xató (según Montse Salvó, segunda generación y copropietaria del restaurante, es en esta zona donde se inventó esta receta, yo no voy a entrar en polémicas, por si acaso…). Es un plato muy completo que, con pequeñas variantes según la población en la que nos movemos, es muy apreciado gastronómicamente y que debemos recomendaros encarecidamente.
A grandes rasgos, en Xaloquell encontrareis una cocina trabajada con con muuuucho cariño, (aun me dejo algunas ues) básicamente con productos de proximidad, aquellos que han sufrido pocos cambios y pocos tratamientos, con lo que, consecuentemente están mucho menos “alterados”. Suquets de pescado, fideos rossejats (manera típica de la zona de cocinar este producto) y por descontado arroces son una de sus especialidades.
Os podemos recomendar también alguna ensalada en especial, como la de colitas de langostino, o la de jamón de pato y virutas de foie. El bacalao con cama de patatas y cebolla caramelizada y miel tampoco se puede ignorar.
Y aunque nos pueda parecer que cerquita del mar, la carne tiene un tratamiento secundario, nada más lejos de la realidad, en este apartado también nos sorprenderán…solomillo a la brasa o al estilo catalán, con ciruelas y piñones, confit de cordero con hierbas del campo, milhojas de ternera, queso brie y setas, solomillo de cerdo con peras salteadas al oporto, cochinillo deshuesado con orejones y el jugo de su asado…y al final, postres caseros para pecar y mucho, que un día es un día.
En verano, su deliciosa terraza al aire libre, es un punto que nos puede solucionar una noche romántica y agradable. Y después de una buena cena, un trago largo, porque no…? Disponen de una gran carta de ginebras Premium, como no, que es lo que se lleva.
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