La Taverna de l’Ateneu, tiene sus puertas abiertas desde los años 50 del siglo pasado. Y eso amigos, es mucho tiempo. Da para que muchos habitantes de la zona y también, porque no, de más lejos, hayan visitado el establecimiento en más de una ocasión para probar diferentes cosas. Desde un vermut de los más típicos, con sus crujientes chips hasta la tapa estrella de la casa…el popurrí…una manera de combinado a base de encurtidos variados, pepinillos, conservas, berberechos, escabeches , mejillones, y picante, guindilla…entre otros productos…hay que probarlo!
A la entrada del establecimiento encontraremos la leyenda…”Taverna de l’Ateneu, menjars” (comidas)…con eso creo que ya tenemos muy claro lo que nos van a ofrecer. Como decíamos, es un local polivalente… para quien, en poco tiempo, necesite un bocado rápido, una cervecita, una copa de cava con unas almendras saladas, un vino de la tierra con unos taquitos de mojama…o para quien, con tiempo y ganas, pueda pasar al comedor interior y, tranquilamente, se premie con unos completos platos de primera. El comedor, pequeñito, pequeñito de verdad, es el dominio de la propietaria, Montserrat, que junto a su segunda Elena, son las artífices de que todo vaya saliendo de la cocina en orden, tranquila pero concienzudamente. Este ritual se produce cada día, excepto los jueves, por descanso semanal y los domingos por la tarde-noche, en una mini-parada para reponer fuerzas. Trabajan mucho el día a día, con productos frescos de rotación que implícitamente nos indican que, en algún momento, y en especial en el segundo turno de clientes al mediodía nos podamos encontrar con que alguna de las recomendaciones se ha agotado, y que en boca de Pep, el hijo de Montserrat i director ejecutivo de la barra y del comedor suena así…… «tal o cual platillo del menú estaba buenísimo…pero ya se ha acabado…” En otro orden de cosas, podemos hablar un poco de las cenas a la carta que nos pueden llevar a lo fácil…un pica-pica de embutidos y marisco, de los que nos recomienden según día y temporada, rematado con unos segundos a partir de pescado fresquísimo, marisco de calidad o carne de la buena para los fans de este producto. . Platos recomendados todos, pero quizás las tortillas al gusto, el piscolabis de la casa,(pica-pìca de varios platos) el pulpo a la gallega, los callos cuando los hay, y el bacalao al estilo ajoarriero, o las cocochas del citado pescado, son prácticamente obligados. Para tapear informalmente también encontraremos un buen reguero de posibilidades, a precios mini y con raciones generosas. Mejor reservar por teléfono. Ya hemos dicho que el local es pequeñito.
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