¿Cuántas veces en la vida hemos escuchado la frase… “este es un bar de toda la vida?”. Pues Can Llopis es uno de éstos. Un bar – cafetería de los de toda la vida. No pretenden destacar como un gran restaurante, no pretenden sentar catedra de nada. Pero son profesionales, hacen lo que saben hacer, y punto. Y como el local es pequeño, (ya os lo digo, como un bar de pueblo) quizás a más de un visitante externo a Sitges no le suena ni por asomo…llamémosle, sencillamente, desconocimiento.
Por lo tanto, conozcámoslo a partir, por ejemplo de un básico bocadillo de jamón con pa de vidre (un pan crujiente y ligero donde los haya), pero también a disfrutando de unos deliciosos tacos de carne con pimientos, (el corte argentino, como la entraña, lo presentan también con un punto excelencia) o un buen corte de atún cocinado con toda la delicadeza del mundo.
En cuanto al pescado del día, normalmente recomendado por la casa es una buena opción, y si os gusta el pulpo con patatas o al estilo gallego, no dudéis un momento. Os recomendaría preguntar por el «trossejat«. Ni que decir que, al hablar de un «bar de pueblo», el planteamiento de visitar Can Llopis para compartir sencillamente unas tapas, es también un acierto absoluto.
Es un local apartado del circuito habitual, al «otro lado» de la vía del tren, con lo que ello conlleva para la gente de barrio. Reformado en 2019, puede que haya perdido algo de su encanto «rústico», pero las mejoras son razonables. Han dejado un establecimiento bien bonito.
Parece que la vía «separa» los pueblos en dos, y en Sitges esto se hace más evidente. Por tanto, si deseas una sorpresa en positivo, esta propuesta te conviene, y por ello, nosotros desde aquí te lo escribimos. En verano, disponen de una terraza bastante agradable frente a la Plaza de Catalunya y, de vez en cuando, algunos cocineros de la zona, con pedigree contrastado organizan unas cenas memorables «mano a mano» que dejarían boquiabierto a más de un estrella de las guías gastronómicas. Y aquí queda escrito. Nota: Un agradecimiento especial a las fantasticas fotos de Josep Mª Alegre.
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