En ciertos momentos y circunstancias nos puede apetecer una sencilla y humilde tortilla a la francesa y un par de simples rebanadas de pan con tomate. En otros, nos gustará tomar un guiso de cuchara, calentito y humeante. O una sopa, o un buen filete a la brasa de carbón. Y hay dias en que nos viene muy de cara que nos deleiten con efectos visuales, presentaciones distintas y formulas mágicas. Hoy es una dia de esos. Prescindiremos de buscar las excelencias de los kilometros cero, de la cocina trabajada con tradición y bla, bla bla. Hoy toca hacer ohhh!, romper con los moldes, y probar las cosas de siempre, pero con «matices». Hoy toca hablar de Masia la Platja – TAPAS, en la Playa de Calafell. Ojito!!! no confundamos este establecimiento con el contiguo, Masia La Platja, pero sin el añadido «tapas», donde encontraremos una cocina marinera tradicional exquisita, pero hoy no toca, hoy toca «tapas».
Es este un establecimiento con no demasiado recorrido en el tiempo, nacido al regazo de su hermano, y más tradicional, mayor.
Es un lugar para ir a probar, pero sobretodo, a divertirnos, Pulpo a la brasa con fondo de tinta y micro.chips de patata en textura de crujientes ganchitos, esparragos rellenos de queso debidamente congelado in situ con hidrogeno liquido, salmón ahumado en cuenco de cristal a la vista, macetas con texturas practicamente de arena de la playa, pero que son deliciosos helados, mejillones a la plancha con una salsa sorprendentemente picante, variado de pescaditos fritos en un suave rebozado, nubes de algodon que envuelven sorpresas heladamente comestibles…vamos, un espectaculo visual a la altura de los genios. Precios? bueno, más o menos equilibrados, segun vayais pidiendo, pero haceros a la idea de que hay bocaditos y tapas a partir de 4€. De ahi, para arriba, pero vamos, que esta más que bien. Buen jamón, buen pan con tomate, buen producto…
Cositas no tan buenas? En lo de comer no os sabria decir, la cosa va sobre gustos, ya se sabe. Pero en el plano negativo, chirria un poco el tema de los dos turnos, esa moda tan asquerosa que nos convierte, también a la hora de cenar, en esclavos del reloj. Tan dificil es entender que cuando vamos a cenar no debemos estar pendientes de un horario? Eso es lo peor. Un primer turno a las 21h y otro a las 22,30h. Fatal.
El otro tema, los momentos «pico» en los cambios de turno..entre los que se atrasan a la hora de irse…francamente, cuesta un poco «acelerar» y el tiempo pasa que vuela, y los que llegan con ganas, se produce un cierto compas de espera que en algunos casos puede llegar a desesperar al cliente. Habría que valorar la cosa, pero en fin, el negocio es el negocio, tristemente.
El resto, lo que se come, lo que te presentan, el servicio, la atención, el despliege, los precios (en general) son altamente recomendables.
Lo dicho. Buscad algun truco, y algo de suerte, claro está, para llegar a mediados del primer turno y si hay algun hueco, zasca, a colocarse en silencio, que de eso se trata, de pasar desapercibido y comer bien, bonito, sorprendente y novedoso. Una gran opción, una gran sorpresa en la Playa de Calafell.
Comments 0