A veces se nos hace complicado intentar explicar cosas en pocas líneas cuando el histórico de los establecimientos que las generan llevan decenas y decenas de años dando que hablar, y bien, día a día. Es el caso de la Bodega Sepúlveda en Barcelona. Es este un establecimiento nacido en los años 30 del siglo pasado, tiempos de guerras y miserias, pero también de tradiciones que se han sabido conservar. Fue en su tiempo taberna, que era lo que se estilaba en la época, ya sabéis, si lo habéis leído u os lo han contado…esos lugares donde en la mayoría de los casos se vendía vino y otros alcoholes a granel, cosa usual en esos tiempos. En los años 50 fue adquirida por el abuelo de los actuales propietarios. Y hasta hoy, en que el nieto y su familia, llevan con dignidad eso de mantener las tradiciones, dar bien de comer, y hacer que sus parroquianos se sientan especiales. Mucho antes de que los inventores y las modas nos llevaran a la cultura de las tapas, eso ya era cotidiano en esta bodega. Buñuelos de bacalao, choricitos picantes, morcilla con cebolla, croquetas de “carn d’olla”, habas a la catalana, atún picante, pimientos de padrón, pulpo a la gallega…ah! y los mejillones al estilo de la casa no se pueden obviar. Como normal era comer buenos guisos, los bautizados en el argot como “platos de cuchara y tenedor”, que ya sabéis que en nuestro mundo somos muy dados a ponerle etiquetas a las cosas. En el apartado huevos, ojito a las tortillas, en especial a la de bacalao con “secreto”, o a los huevos fritos, en especial a los acompañados con foie, a los revueltos, en especial al de “trompetes de la mort” (seta muy apreciada en la zona). Los caracoles (de tierra) al estilo de la casa, (para los que sean fans de este producto, claro) están de rechupete, y si no probáis las costillitas de conejo al ajillo, no sabéis lo que os perdéis. Hay más cosas, tostas varias, quesos varios, embutidos varios, y mucho, mucho, mucho más. Materia prima de calidad indiscutible, entorno cuidado y tradicional a la manera clásica, y en el cómputo global, un muy buen establecimiento. Cosas buenas de Barcelona. En Barcelona.
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