Hoy toca un edificio con solera. Deberíamos remontarnos muchos años atrás para buscar los orígenes de este Hostal de La Geltrú. Porque está en La Geltrú, separémoslo muy mucho de Vilanova y pensemos que, en la actualidad, además de Hostal, se ha reconvertido en Restaurante-Brasería y Vinatería.
Un lugar perdido entre las estrechas calles de este barrio, La Geltrú, y sin embargo a muy pocos, poquísimos, minutos a pie del centro, de las calles comerciales, de las plazas y ramblas principales.
Sus propietarios, como buenos conocedores del sector, a partir del montón de años que llevan en la cosa gastronómica, no desconocen por donde se mueven. Se han decantado por las carnes a la brasa a la vista, buenos mariscos, buen pulpo, calçotadas… hay que aprovechar el tiro que da tener este tipo de herramientas de cocción para sacarle el máximo partido. Tenemos pendiente una cata de steak-tartar. Somos muy fans del producto y nos gusta probarlo en todos aquellos establecimientos que lo ofrecen. Son nuestros deberes pendientes. Es un establecimiento peculiar. Como peculiar es la familia que lo gestiona, y por tanto, puede gustar mucho o bien al contrario. Pero como me gusta a mí decir de vez en cuando, no os dejéis aconsejar. Si surge la oportunidad, vais y probáis personalmente. Es la mejor forma de sacar conclusiones.
Buena carne, buen marisquito, buenos embutidos. Menú diario. Ah! y no lo olvidemos…buenos vinos y mejores gin-tonics. Y siempre os quedará la opción de quedaros a dormir en el Hostal si en lugar de una copa, caen dos. Acceso a pie, está ubicado en el casco antiguo de La Geltrú, pero el aparcamiento, eso sí, en zona azul, o bien parking subterráneo está a menos, mucho menos de cinco minutos.
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